La reconstrucción orbitaria es un reto para cualquier cirujano CMF, ya que las fracturas pueden adquirir formas muy diversas. De hecho, normalmente es muy complicado conseguir recolocar todos los fragmentos de forma precisa, lo que lleva a comprometer aspectos como la funcionalidad y la estética del paciente.
El suelo de órbita de KLS Martin, optimizado por S.O.R.G. (Strasbourg Ostheosynthesis Research Group), además de ser muy fácil de insertar, ofrece un apoyo consistente al globo ocular, siendo además muy resistente al paso del tiempo. Sus varias opciones de corte permiten un ajuste del implante sin complicaciones y además, tiene la ventaja de que se puede aplicar a ambos lados de la órbita ya que es reversible. En los casos en los que se carece de soporte óseo, la barra medial central puede asentarse posteriormente con el fin de estabilizar adicionalmente la posición del ojo. Además, existen también placas preformadas que se sirven en paquetes estériles.
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